Seguidores

domingo, 5 de mayo de 2013

Te reto a que seas capaz de definirme.

¿Que quién soy? Pues no lo sé, no tengo ni la menor idea, pero, ¿acaso alguien lo sabe?
No eres tu nombre ni los apellidos que lo acompañan, eso son solo sustantivos que tus padres escogieron para poder diferenciarte de tus hermanos, o de otras personas; así que si te preguntan quién eres, no vale responder ''soy Verónica'', ''soy Andrés'', ''soy María'' o ''Soy Jorge'', porque no eres esa combinación aleatoria de letras.
Tampoco está permitido contestar con ''soy una chica'' o ''soy la hija de mis padres, la hermana de mis hermanos'' porque no eres la única persona que nació con genes femeninos, y probablemente no eres la única descendencia de tus padres, y si lo eres, podrías perfectamente tener un hermano si tu madre y tu padre quisieran. De modo que lo siento, pero ni tu género ni tu árbol genealógico te definen completamente.
Una vez aclarados estos puntos, retomemos el principio de la cuestión: ¿quién soy?
Ya te lo dije, no lo sé, pero quizás si te dijera algo sobre mi te ayudaría un poco a ponerme forma y silueta, y a verme más como una persona, en lugar de como alguien anónimo que ha escrito este texto porque una tarde de domingo cualquiera se aburría tumbada en la cama sin otra cosa que hacer. Por tanto, allá vamos:
Mi película favorita es Amélie, porque me identifico demasiado con ella, y el libro que más me marcó aún no lo he leído, o puede que lo haya hecho, pero otras páginas lo hayan eclipsado.
Me gustan los días grises, me animan más que un día cualquiera de sol y nubes blancas de algodón. Tanto es así que no me importaría tener a alguien con quien mojarme, sin tener miedo de coger una pulmonía o de estropearme el pelo. Supongo que teniendo a alguien los riesgos no existen (al menos no somos capaces de verlos).
No te diré cuál es mi mayor sueño, a día de hoy es lo único que me sigue causando mariposas en el estómago, haciéndome ver el futuro de forma menos insustancial. No te lo diré, simplemente, porque no sé si dentro de dos meses, dos años, o incluso dos días, seguirá siendo el mismo. Está demasiado ligado a personas que se han ido y, al igual que esas personas, tengo miedo de verlo desvanecerse por mucho que no quiera. Solo dejaré caer que me encantaría vivir al lado del mar, aunque no tuviera absolutamente a nadie con quien ver el ir y venir de las olas.
Tampoco haré alusión a mis grupos favoritos por la misma razón: hoy puedo estar escuchando The Kooks, y mañana Daughter. Escucho la música que me hace sentir viva en ese preciso momento.
Odio el número 13 porque en ese mismo día de diferentes meses sucedieron los dos hechos que me han hecho ser quien soy ahora.
Desearía que un 13 de Noviembre, o un 13 de Febrero no hubieran sucedido dichos acontecimientos, que hubiera estado tranquilamente mirando por la ventana de mi casa, o en la calle viendo los coches pasar, en lugar de en esas situaciones. Pero si hubiese estado contemplando ensimismada los pájaros de un árbol desde mi casa o escuchando el claxon de los coches, quizás ahora no estaría escribiendo esto, o no tendría ni la fuerza de voluntad que tengo ahora, ni la confianza tan rota. Así que perdóname si un día 13 cualquiera te respondo de manera más hiriente, o me quedo mirando la pared sin razón aparente. Ahora ya sabes por qué reacciono de esa manera.
Cambiando de tema, quiero que sepas que soy una persona bastante tímida  Si estoy con un grupo de personas, probablemente me verás callada y riéndome de vez en cuando. Puede que eso te incomode, pero no te preocupes, me gusta escuchar a los demás sin decir nada. Sin embargo, en el momento que cojo confianza, puedo ser demasiado hiriente. Me disculpo de antemano porque sé que si algún día me conoces, alguna vez pagaré contigo lo que no he pagado con quien debo hacerlo.(Soy así de estúpida). Pero no creas que soy una amargada, no, también tengo cosas positivas. Algunos dicen que soy buena persona, aunque yo (por esto que acabo de contarte) no me lo considero. Pero, ¿existen de verdad las buenas personas?
Volviendo a cambiar drásticamente de asunto, te diré que tengo mucho miedo de todo. No desvelaré a qué exactamente porque no sé quién eres y si vas a poder aprovecharte de ellos para hacerme daño en lugar de para protegerme. Lo único que sabrás es que antes tenía pánico a perder a los demás o a quedarme sola, y ahora, gracias al número que odio (y ya deberías estar relacionando conceptos) no les tengo el más mínimo pavor.
Y, ya está, te he aburrido lo suficiente como para que hayas dejado de leerme hace rato. Si aún sigues aquí, gracias. De verdad.
No te diré nada más sobre mi, porque el resto quiero que seas tú el que lo averigüe por sí mismo.
Así que, ahora que ya sabes medianamente quién soy... ¿te atreves a ver conmigo Amélie un día de lluvia, en una pequeña casita frente al mar?

4 comentarios:

  1. A lo mejor te respondo en otro momento.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te he dejado que te lo pienses dos meses casi, RESPONDE.

      Eliminar
  2. Hola Vero, estaba revisando el correo, y vi un enlace a tu blog, a este post, lo releí y da la casualidad de que es Martes, Martes 13...
    ¿Qué tal estás? :S

    ResponderEliminar