A quién voy a engañar, si aunque te hayas ido te sigo queriendo como el primer día o incluso más.
Cada mañana es una lucha continua entre hormigueos en los brazos que me dicen que volverás, y golpes en el pecho que me dicen lo contrario. Golpes que por la noche ganan, y lo celebran saliendo en forma de lágrimas.
A quién voy a engañar, si aunque tú seas feliz conmigo lejos yo no consigo serlo si no te tengo, y cada beso que das es una herida más que no cicatriza.
A quién voy a engañar, si aunque lo niego te echo de menos, y recaigo pensando que podríamos solucionarlo. Pero cada paso que doy para acercarme, es un paso que das caminando de su mano.
¿A quién voy a engañar pensando que puedo olvidarte? A ti, quizás.
No hay comentarios:
Publicar un comentario