Seguidores

martes, 1 de octubre de 2013

Los amantes rotos.

Yo solía descolgar el teléfono cada vez que veía tu número
o miraba por la ventana buscando tu paraguas,
aunque no hubiera sonado un hola de respuesta
ni hubiera lluvia mojando las calles.
Tú solías conectar el contestador fingiendo que no estabas
o cerrabas y abrías la puerta como si fueras a una biblioteca,
aunque te quedaras leyendo un libro cualquiera
tumbado en la cama.
Tú y yo solíamos saludarnos al unísono cada fin de semana
y escogíamos las mismas películas un sábado noche,
aunque ni tú supieras mi nombre
ni a mí me gustara el cine.
Yo solía dormirme cada noche y despertarme cada mañana
contigo
sin ti
porque al fin y al cabo no estabas, pero
aún así te llamaba en cada sueño por si aparecías a mi espalda.
Tú solías soñarme estando despierto y
recuerdo cómo dibujabas mi mano junto a la tuya
y tu mano junto a la mía.
Tú y yo solíamos echarnos en falta al mismo tiempo
o escribir las mismas historias pero
con distintas metáforas.
Y tú escribías mi nombre camuflado en otra,
y yo escribía el tuyo en cada mirada
que no era tuya, pero sí
que era la tuya y no.
Yo solía gritarte por si volvías pero
ahora lo único que oigo es el sonido
de tu olor olvidándose del mío.

No hay comentarios:

Publicar un comentario