Seguidores

lunes, 14 de octubre de 2013

La chica filofóbica adicta de sus fobias.

Tú sabías que me daba miedo la oscuridad, y por eso dejabas
siempre una luz dada en medio de la habitación.
Y ahora que te has ido siempre apago las luces
por si vuelves a encenderlas mientras duermo.
Pero ya son casi las ocho y el despertador no espera más.
Ni tú has rozado el interruptor de la lámpara
ni yo he pegado ojo por miedo a que surgiera
algún monstruo de debajo de mi cama.
Y ya no sé si tiemblo porque estoy harta de ver todo negro,
o porque ahora me da más miedo perderte
que dormir destapada sin ninguna sábana 
con la que protegerme.
Yo, que fui siempre de temer a lo inexistente
y tú, que nunca creíste en los fantasmas.
Quizás sea eso lo que ahora me pierde:
que se me paralizan las piernas con sólo imaginar
que tú dejarás de soñar conmigo incluso antes
de que esto
comience.

No hay comentarios:

Publicar un comentario