Seguidores

lunes, 31 de marzo de 2014

Sólo los escritores saben mentir verdades bonitas.



He borrado cerca de diez veces la primera frase de este texto, porque no sabía cómo empezarlo. No sabía cómo comenzar a decir lo que nunca he sabido decir, pero que siempre ha estado ahí, en forma de garabato en mi cabeza. Un garabato abstracto que yo misma sé interpretar de manera intrínseca, pero que si tuviera que explicar sólo sabría hacerlo con metáforas o frases sueltas como ''eres lo más bonito que odio en esta vida'' o demás mariconadas que hasta a mí (que soy la que lo escribe) me da asco leer.
Me han preguntado muchas veces que a quién escribo y tú eres la primera persona en la que pienso cada vez que escucho esa pregunta. Claro que eso no es muy difícil, teniendo en cuenta que te veo a todas horas de manera involuntaria.
(Te veo cuando llueve, porque a ti te encantaba la lluvia, te veo en mi instituto, porque me gustaría que estudiases en él. Te veo en mi habitación porque, oh, Dios, lo que daría yo por que tú estuvieses en mi habitación).
Y sin embargo, nunca he llegado a decirle a nadie que quien sobre escribo, es sobre ti. Porque nadie sabe quién eres.
(Nadie sabe que me da un hormigueo en el estómago cuando veo una fotografía tuya, ni siquiera saben que aún puedo ver fotografías tuyas).
¿Y qué sentido tendría decir tu nombre si nadie va a sentir lo mismo que yo al escucharlo? ¿Qué sentido tendría convertirte en una persona normal y corriente como las que me cruzo cada día por la calle? ¿Qué sentido tendría sacarte de mis historias y hacerte real?
Dime, ¿No es más bonito seguir fingiendo que no existes, o seguir fingiendo que aún escribo sobre ti cuando, a lo mejor, ya no es así?
Escribirte es la única manera que tengo de hablar contigo, de poder hacerte ver todo lo que nunca supe cómo decir. Tú mismo lo dijiste, mi capacidad para expresarme es una mierda. Y tienes razón, es una mierda. Una gran mierda. No sé expresarme si no es con letras impresas. Por eso ahora tú eres mis metáforas.
Así que te lo digo: escribo sobre ti.
Cada puto párrafo habla de ti.
Cada historia está protagonizada por ti.
Siempre hago que el viento te acaricie el pelo o te describo sentado junto a la ventana de una cafetería en pleno invierno.
Te he dibujado alto, bajo, moreno, rubio. De ojos verdes o marrones. Te he dibujado de todas las maneras posibles, en un intento de que tú nunca supieses que estaba camuflando tu manía de leer a oscuras y lo mucho que me gusta cuando tu voz se quiebra.
Así que te lo vuelvo a repetir: escribo sobre ti.
Y Pablo Neruda escribiría sobre ti si no hubiese estado demasiado ocupado con sus musas.
Y cualquier escritora con un mínimo de inteligencia hubiese adorado tu manera de reír, y hubiese dicho que eres tú si hay viento y si la luna llora.
Porque eres la mayor inspiración que puede destrozar la vida de alguien en igual manera que tú me la destrozaste a mí.
Por eso ahora eres mi literatura, porque es la única manera que tengo de poder decir que eres plenamente mío.
Y de mentir mejor que cualquier actor de Hollywood, porque escribo sobre ti, pero al mismo tiempo, no escribo sobre nadie.

6 comentarios:

  1. Cuando me preguntan a quién van mis letras, yo siempre respondo que a ti. A veces digo tu nombre, para intentar hacerte vulgar, como uno más. Tratando de olvidar que fuiste un sueño, el estúpido sueño de una adolescente que no puede (no quiere) entender que no eres nadie, sino un vago recuerdo de un presente (inexistente). Que pasó hace ya tiempo (en sueños). Que no vuelve (no estuvo). Que muere (inerte). Y hasta tú sabes que eres tú el protagonista de esa historia que no puedo superar. Porque los sueños son inalcanzables. Lo sé, que ya ni siquiera a ti podría amarte.

    ResponderEliminar
  2. Dediqué todas tus canciones a otros, entregué a una cara nueva cada detalle que me recordaba a ti. Busqué tu sonrisa en todas partes, esperando que de tanto repetirla cambiase, tornase en otra; en la mía propia, por ejemplo. Diluí tu mirada en el agua, conque me lavaba las manos y la cara, de tantas lágrimas. Emborronando tu rostro en otro tiempo. Porque no, te juro que no quiero recordarte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es bonito lo que dices, pero la verdad es que en el texto intentaba trasmitir yo otra cosa jajaja

      Eliminar
    2. En el primero he intentado contestar un poco, el segundo me he ido por las ramas, lo sabía, pero... ¡qué se le va a hacer!

      Eliminar
    3. Por cierto para no perder la costumbre, desde el punto de vista contrario.

      Eliminar
    4. Tus comentarios siempre son bastante originales.

      Eliminar