Estabas tan diferente cuando me preguntaste desde aquella mesa, de aquel café, que qué había sido de mi vida todo este tiempo.
Casi tan diferente, como lo que dije y lo que quise decir.
Pero cómo decirte que
me he follado a medio Madrid
para ver si te encontraba a ti
en una de esas camas.
Que cada vez
que se escapaba un tren
soñaba con escaparme yo con él
por si acaso me estabas esperando
en una de sus paradas.
Cómo decirte que
miraba a luna como
si eso fuera mirarte a ti
a los ojos
como solías mirarme
cada noche
antes
de quitarme
la ropa.
Cómo decirte que eres jodidamente
dañino
y que desearía que
no me hubieras hecho añicos
de la misma manera
que te hizo añicos ella a ti.
Cómo decirte que estaba enamorada
de ti
cuando es mucho más fácil decir que todo me ha ido bien, que he querido a otras personas, y que volveremos a vernos otra vez.
Aunque todo eso sea mentira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario