Todo el mundo dice ser valiente, pero en realidad somos unos cobardes. ¿La oscuridad? ¿Las pelis
de terror? Cuando creces te das cuenta de que existen cosas que asustan más
que eso.
Conforme pasa el tiempo vas perdiendo a personas que
quieres, que tenían tu confianza o que decían quererte más que a su propia
vida; pero al final todos se van. Te dejan porque dejas de importarles. Te
tienen cariño hasta que tu presencia se convierte en costumbre. <<La
confianza da asco>> dicen, y vaya que si lo da…
Unos entran y otros se van, es ley de vida, pero ¿qué pasa
si ya no entra nadie más? ¿qué pasa si no quieres que ninguna otra persona
ocupe su lugar? Es fácil decir que por tu vida pasará alguien que se volverá a
ir para que otro entre, es fácil decirlo cuando no tienes dificultad para
conocer gente nueva. No se me da bien hacer amigos, y tampoco es que quiera
hacerlos. Me he dado cuenta de que todas las personas son iguales, a pesar de
que he intentado no caer en ese pensamiento.
Pero ¿qué le voy a hacer si al final todo el mundo me trata
de la misma manera? Una persona reacciona de forma positiva frente a encuentros
positivos, y últimamente los míos son todos negativos, así que ¿por qué no
estar sola? ¿Por qué no pasar de los demás? Es mejor así: no sales herido.
Así que seguiré por mi cuenta, no importa las veces que
alguien intente ganarse mi confianza, porque yo nunca más se la daré a nadie.
Creo yo soy la única persona incapaz de romperla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario