Justo cuando crees que todo ha terminado, las cosas
empeoran. Piensas que lo tienes superado, que nunca más recaerás en días
grises, sin embargo estás equivocada, ahora todo está oscuro y no se ve nada.
Antes no te importaba salir a la calle, de hecho te
encantaba porque era tu única vía de escape ¿qué te pasa ahora? Solo quieres
recluirme en mi habitación, lejos de las personas, por miedo a cosas que quizás
nunca lleguen a pasar, pero claro más vale prevenir que curar, ¿no?
Pues no. Quiero salir a la calle sin miedo al ‘’qué
pasara’’, sin sentirme encerrada cada vez que subo a un autobús o entro en el
metro. Quiero reírme de verdad y no solo por cumplir o por no llorar. Quiero
ser feliz otra vez.
Nadie sabe lo que se siente al ver cómo el futuro, que
tantas ganas tenías de que llegase, se cierra ante ti, porque tú misma te pones
límites, límites que no te dejan cumplir tus sueños, porque todo lo que soñaste
ahora es una pesadilla.
Yo creí que era fuerte y que llorar era de débiles, pero la
verdad es que mi cara está siempre mojada.
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