Fui solo dos líneas en tu libro, ni siquiera un capítulo o una página. Ocupé el espacio entre los << te quiero >> y los << te querré >> que no eran míos.
Empecé en el punto y seguido del párrafo de otra, y acabé en el capítulo que le escribiste a la siguiente.
Y cuando me di cuenta, tú ya habías borrado esas dos líneas con mi nombre escrito a lápiz.
Y no quedaron restos marcados en la hoja, porque me escribiste con la poca fuerza que me quedaba para irme.
Aún así malgasté un último suspiro en decirte << adiós >> y en desear que pasar página me resultara fácil. Pero, es difícil borrar un libro entero escrito a bolígrafo.
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