Seguidores

miércoles, 9 de enero de 2013

12.

Me paso la noche esperando a que vuelvas y, ya ves, son casi las doce y sigues sin aparecer. Es que creo que no sabes lo que significa para mí hablar contigo, me levanto con la única esperanza de que me saludes y... eso nunca ocurre. Pero no me importa, seguiré esperándote como una tonta, porque aún sigo creyendo que te importo como antes.
Y qué gran estupidez es enamorarse de alguien que no te corresponde, malgastando suspiros por alguien que no llora por ti, que tardaría poco en superar tener que dejarte ir.
Una muestra de cariño por tu parte, saber que soy la excepción que te ayuda a levantarte, la única persona que tiene tu confianza, y la única por la que morirías si hiciera falta.
Pero no lo soy. No volveré a serlo.
Créeme cuando te digo que lucho por recuperar el tiempo que malgasté sin estar contigo.
Es injusto, ¿sabes? siempre estaré ahí cuando me necesites, cuando quieras decirme ''te quiero, cielo'' y ser felices juntos. Es injusto porque aunque quiera decirte lo que significas para mí, no puedo.
Así que... te lo escribo, porque es la forma que tengo de decirte lo que siento: convirtiéndote en textos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario