Me veo en la necesidad de decirte que esto es lo último que te escribo. Y que si no te dedico más de diez líneas es porque esta vez me has perdido para siempre y por segunda vez. Y es que ni tú nunca me has querido, ni yo te voy a volver a querer. Porque no, ya no te quiero, ni soy tan estúpida como para volverlo a hacer.
Así que no espero que algún día te des cuenta de a qué estás renunciando, si soy yo la que te está echando porque por primera vez encuentro prioridad en alguien que tú nunca volverás a ser.
Y soy yo. Y es él.
Adiós, y que te vaya bien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario