Seguidores

jueves, 4 de julio de 2013

Gomas de borrar con complejo de tiempo.

Ya no recuerdo dónde tenías esos tres lunares que tanto me gustaban. Es triste, pero por más que intente hacer memoria, no consigo ubicarlos en el lugar correcto.
Pero sí que me acuerdo del sonido de tu voz (por extraño que parezca), y de tu pelo, y de tu forma de ser. Me acuerdo de todo, menos de eso.
Curioso, ¿verdad?
Y es que has pasado a ser sólo un vestigio emborronado, algo que el tiempo ha ido dejando con el paso de los meses. Un rostro borroso con una sonrisa borrosa y una personalidad diferente, a la que la realidad no hace justicia.
Supongo que a medida que los lunes se convierten en martes, tú vas desapareciendo y transformándote en alguien que nunca fuiste, con frases bonitas que nunca dijiste y formas de tratarme que ojalá hubieras tenido.
Es... decepcionante, conocer a alguien sólo para acabar olvidándole y hacer como que nunca le has conocido; más aún cuando tú tardas más que esa persona en superar las cosas.
Pero bueno, más vale tarde que nunca, las prisas no son buenas. Si eliminas a alguien demasiado deprisa corres el riesgo de haberte dejado algún que otro recuerdo suelto: una manía, un color favorito o una canción. Cualquiera de ellos puede hacerte volver a caer. Por eso, supongo, que yo tardo más en hacer este tipo de reseteos: me gusta asegurarme de que me he deshecho de cualquier resto de un febrero pasado, o de un diciembre, o de un octubre.
Así que aquí estoy, esperando a que tu sonrisa se desvanezca de una vez por todas, porque creo que está a punto de hacerlo.
Aunque no me importaría quedarme al menos ese pequeño souvenir de aquel medio viaje lleno de altibajos que hice contigo.
A pesar de que tú ni siquiera te acuerdas de cuál era mi película favorita.

4 comentarios: